Llega el profesionalismo al futbol argentino

A principios de la década del ’30 ya se insinuaba en buena parte de los futbolistas de entonces la idea de instaurar una suerte de “Liga Profesional” y blanquear el ya famoso “amateurismo marrón”.
18 clubes dieron vida a un proyecto largamente meditado, discutido, peleado y laborado con la iniciación del primer campeonato profesional que ganó Boca Juniors, hoy uno de los clubes más populares de la Argentina. (foto de diario de la época)
La primera idea seria de la transformación del fútbol local se originó en un proyecto de Independiente que en febrero de 1931 propició la reforma del artículo 225 para eliminar “el cooperativismo absurdo” por el cual los clubes grandes debían compartir sus ganancias con los chicos.
Casi 80 años atrás la tierra estaba para sembrar y los dirigentes se dividían en 2 grandes grupos: los que sostenían que debían continuar rigiendo las reglas del amateurismo y aquellos que, sin necesidad de poseer una visión astronómica, estaban convencidos en que el fútbol era ya un negocio redondo.
El proyecto de Independiente, como era lógico, fue rechazado de plano, pero ya se había abierto la controversia de que el espectáculo debía rendir en proporción al poder de convocatoria de cada equipo.
Inclusive se criticó que la Asociación Amateurs Argentina de Football lograse superávit cuando existían algunas entidades que ya comenzaban a sentir los primeros sacudones de la crisis, que se había iniciado años antes en el mundo entero.

Quilmes en escena
A fines de febrero de 1931, el presidente del Quilmes Athletic Club, Guillermo Jordan, presentó un proyecto opcional para la implantación del profesionalismo y sus argumentos ya sonaban como trillados en aquella época: “Que desde hace años existe un profesionalismo encubierto que redunda en perjuicio del deporte y de los intereses legítimos de los clubes y de los propios jugadores”, rezaba parte de la iniciativa.
Propició, entonces, emular el reglamento británico –madre del espíritu profesional- conformando dos categorías, la “A” y la “B”. En la primera los profesionales y en la segunda los amateurs. Un club podía alistar dos equipos, uno en cada categoría, los contratos se celebrarían con vigencia anual o bienal y los jugadores para quedar libres estaban obligados a actuar al menos 5 años en una institución.
Todo parecía que marchaba sobre rieles, hasta que llegó el momento en que se debía decidir cuales irían a la “A” y cuáles a la “B”. “O todos o ninguno”, argumentaban los más intransigentes y eran nada menos que una treintena de clubes con voz y voto.

Más discusiones
7 clubes que se autodenominaban “fundadores” sostenían el derecho a modificar el estatuto de la Asociación Amateurs Argentina, pero tropezaban con la tenaz resistencia de los menos poderosos, y Racing Club, por ejemplo, propuso integrar una Liga Profesional con 14 equipos, incluyendo a los de Rosario, Newell’s Old Boys y Rosario Central.
No hubo acuerdo en el tema del reparto de recaudaciones , los grandes perdieron una votación por escaso margen y los diarios de la época veían tan lejana la posibilidad de una solución que apenas dedicaban unas líneas al respecto.
El campeonato de 1930 estaba retrasado (faltaban 5 fechas) y se resolvió reanudarlo el 1 de marzo de 1931, pero sucedió un episodio que generó otro frente de conflicto y llenó de confusión a las ya desgastadas neuronas de los dirigentes.
Ese día hizo un calor insoportable y el capitán de Gimnasia y Esgrima La Plata, Héctor Arispe, murió de insolación. Se formó entonces una comisión que estudiara “las condiciones del tiempo” y se resolvió iniciar los cotejos a las 17.
Allí comenzó a terciar un movimiento de jugadores que formaron una comisión, inspirada en el futbolista de Huracán Hugo Roque Settis, para “terminar con el amateurismo marrón” y derogar el artículo 179 que imponía condiciones leoninas a quien solicitaba el pase en blanco.
Hay que recordar que por ese entonces se le exigía a un jugador para tal beneficio (quedar libre) que pasara 2 años jugando en divisiones inferiores o, en caso de que fuese de común acuerdo, “sólo 12 meses”.

Las compensaciones
Por ejemplo, Rodolfo Orsi debió pagarle a Sportivo Buenos Aires, 5.000 pesos para emigrar al Genoa de Italia y Raimundo Orsi debió “descansar” un año para jugar en la Juventus. La Asociación, entonces, actuó con mano dura y expulsó a 8 jugadores que “transgredieron” el pacto de caballeros que habían sellado los dirigentes, lo cual originó que el 10 de abril se declarase una huelga de futbolistas.
Los huelguistas quemaron las naves, se negaron a participar de un amistoso en Paraguay mientras la Asociación no abriese un registro de pases, y marcharon por Diagonal Norte hasta la Casa Rosada donde le presentaron al entonces presidente José Félix Uriburu un “Petitorio”, cantaron el himno y se fueron.
Empero no pudieron evitar que otros jugadores de San Lorenzo viajasen a Asunción, donde le ganaron 3-1 a Hadjuk, y la Asociación acentuó sus drásticas medidas, expulsando a otros 7 futbolistas.
La entidad rectora del fútbol decidió iniciar el campeonato de 1931 el 3 de mayo con 34 clubes y comenzó un período de flexibilización por lo cual se impuso un año de paréntesis en una división inferior a quién quisiese quedar libre.
Quizá la posición del entonces intendente porteño Guerrico haya acelerado la instauración del profesionalismo al anunciar que sólo daría apoyo a los clubes que aceptasen el nuevo espíritu: todo un espaldarazo a los huelguistas.

Otra postergación
Tras suspenderse nuevamente la iniciación del campeonato, River Plate propuso abrir un registro que permitiera a los jugadores quedar libres al cabo de 3 años, mientras se le preguntaba a los clubes si deseaban convertirse en entidades de carácter profesional o seguir en el amateurismo.
Los partidos amistosos que se disputaban durante el receso obligado mostraban a las claras su escasa convocatoria, generalmente no concurrían más de 1.000 personas y las recaudaciones eran lastimosas.
Mientras se fijaba inútilmente otra fecha para el comienzo del campeonato, se estableció que la libertad de acción tendría un costo de un año de inactividad, situación que fue rechazada por los jugadores y que provocó un verdadero caos.
Contra viento y marea el 10 de mayo se procuró iniciar el certamen pero 4 partidos se suspendieron porque los futbolistas anunciaron que no iban a concurrir. El resumen de esa primera fecha es el siguiente:

10/05/1931 en Almagro: Almagro 2, Argentino de Quilmes 2
10/05/1931 en Lomas de Zamora: Argentino de Banfield 1, Tigre 3
10/05/1931 en Villa Crespo: Atlanta 1, Racing Club 1
10/05/1931 en Villa Devoto: Estudiantes 2, Sp. Palermo 1
Nota: Jugaron en forma amistosa
10/05/1931 en Barracas: Barracas Central 4, Sp. Barracas 1
10/05/1931 en La Boca: Boca Juniors 1, Lanús 0
10/05/1931 en Núñez: Defensores de Belgrano 1, Estudiantil Porteño 1
10/05/1931 en La Plata: Gimnasia y Esgrima La Plata 2, Excursionistas 0
10/05/1931 en Quilmes: Quilmes 1, Argentinos Juniors 4
10/05/1931 en Recoleta: River Plate 2, El Porvenir 0
10/05/1931 en Boedo: San Lorenzo 4, Ferro Carril Oeste 0
10/05/1931 en Villa Devoto: Sp. Buenos Aires 3, Huracán 1
10/05/1931 en Villa Luro: Vélez Sarsfield 2, Platense 1
No se disputaron
Colegiales – Estudiantes de La Plata
Independiente – Chacarita Juniors
San Fernando – Banfield
Talleres – Nueva Chicago

Todos estos encuentros posteriormente fueron anulados . Entonces un día antes (el 9 de mayo), se adoptaron drásticas medidas que iban a dar origen finalmente a la implantación del profesionalismo en la Argentina.

La fundación
Ese sábado 9 de mayo, luego de una deliberación de 3 horas, los representantes de San Lorenzo, Racing Club, Platense, Vélez Sarsfield, Gimnasia y Esgrima La Plata, Tigre, Atlanta, Boca Juniors, Estudiantes de La Plata, Huracán, Ferro Carril Oeste, Lanús, Chacarita Juniors y Talleres fundaron el nuevo régimen.
“La implantación del profesionalismo sobre la base de los clubes más calificados tiene por objeto mejorar la calidad del fútbol, legalizar la situación de los jugadores y engrandecer las instituciones”, declaró el grupo de “los cerrados”, en el que faltaban River Plate e Independiente.
Al lunes siguiente, los clubes de menor convocatoria lanzaron una advertencia de tipo moral sobre la cuestión; los grandes guardaron silencio, y la escisión se tornó inevitable. ¿Porqué River Plate e Independiente no se plegaron al profesionalismo apenas creada la Liga?; es que sus respectivos presidentes, José Bacigaluppi y Pedro Canavery no contemporizaban con el profesionalismo, pero debieron resignarse ante la exigencia de los socios.
Se agregaron luego Argentinos Juniors y Quilmes para conformar los 18 clubes que constituyeron la Liga Argentina y que dejaron en la Asociación Amateur a Almagro, Argentino de Banfield, Argentino de Quilmes, Banfield, Barracas Central, Colegiales, Defensores de Belgrano, El Porvenir, Estudiantes, Estudiantil Porteño, Excursionistas, Nueva Chicago, San Fernando, San Isidro, Sportivo Palermo, Sportivo Buenos Aires y Sportivo Barracas.

Aceptación popular
Los clubes profesionales compraron el local de Uruguay 627 para sesionar y designaron una mesa provisional, cuyo presidente era Juan Planisi, que programó los primeros partidos amistosos: Boca-Independiente y Racing Club-Estudiantes de La Plata.
Al primero de esos cotejos jugado en cancha de San Lorenzo asistieron 15.000 personas, que abonaron 50 centavos la entrada popular y un peso la general oficial y ya se hablaba de iniciar definitivamente el campeonato el 31 de mayo; todo un éxito.
Como contrapartida la Asociación Amateurs (que pasó a denominarse Asociación Argentina de Football), alistó a un equipo para jugar en Rosario por la Copa “Rosario” o “Culacciati”, que perdió 10-0, en clara señal de que los jugadores habían tomado una definitiva decisión y que lograron torcerle el brazo a los dirigentes.
Si bien la Asociación anunció el 20 de mayo una amnistía general y el otorgamiento del pase libre su suerte quedó echada y clubes de gran raigambre desaparecieron como entidades de fútbol, mientras que otros debieron aceptar las nuevas reglas de juego.
Esta separación duró hasta 1934, temporada luego de la cual se reunificó todo el fútbol argentino bajo una sola entidad rectora, la AFA (Asociación del Fútbol Argentino). Mientras tanto hubo dos campeones por año, aunque el reconocido por la FIFA era el surgido del torneo organizado por la Asociación Argentina.